"Querido Ilya:
Más de dos semanas juntos han sido menos que suficientes. En
dos semanas me he enamorado de ti. Ahora nos espera un año separados, ¿pero qué
es un año separados después de estas dos semanas juntos?"
Él seguía corriendo, cansado, sin apenas respiro, sobre el polvo de la arena en el camino... Hasta llegar a mí.
- - No podía dejar que te fueras sin decirme adiós-
me confesó lord Prakenski cogiendo mis manos entre las suyas.
"Me hiciste una promesa, una promesa que sé que
cumplirás. Sólo te pido una promesa más
durante el tiempo que estemos separados: cuéntame todo, escríbelo todo.
Toma notas en un cuadernillo y envíamelas con un mensajero, me da igual, pero
quiero saberlo todo. Así estaremos siempre juntos aunque nunca estemos
realmente juntos. Antes de que nos demos cuenta, nos veremos".
- - No me diste oportunidad…-mentí.
- - Yo…-la sinceridad vaciló en su mirada, sin saber
elegir entre contarme lo que tanto le costaba asimilar, o reconocerlo en voz
alta.
"En el fondo, todo el mundo piensa que eres fuerte y duro. Pero ser eso sólo se trataba de asimilarlo.
A veces, tenemos que darnos permiso a nosotros mismos para
no ser fuertes por una vez. No hay que ser duro cada momento del día; está bien
bajar la guardia, de hecho hay momentos en que es lo mejor que podrías hacer,
siempre que escojamos nuestros sentimientos con sabiduría. Y tú los controlas
casi tan bien que impides descifrar tu cara de póquer".
- - No tienes por qué decírmelo… Ni siquiera espero
que lo hagas- mi cuerpo giró sobre sí mismo, dispuesto a emprender el camino
hacia el carruaje; pero algo me retenía, junto a él, justo antes de que todo se
volviera negro, y la gente desapareciera de nuestro alrededor.
- - Te amo… Y lucharé lo que haga falta para verte
en menos de un año. Haré lo que haga falta, para no perderte… Lo juro.
"En la vida, uno solo podía estar seguro de una cosa,
aparte de la muerte y las dificultades: no importa lo mucho que lo intentes, no
importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer
daño a la gente, van a hacerte daño… Y si quieres recuperarte, solo hay una
cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener
razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se
curan, y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de
poder olvidar".
- - Suerte…- dije, deseando que mi voz no demostrara el profundo dolor que sentía.
Regresé al coche, esperando ver desaparecer la cara del
hombre al que amaba con tanta fuerza; esperando poder olvidar las lágrimas que
amenazaban con desramarse.
"La verdad es muy dura, la verdad es incómoda y a
menudo la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad, pero ¿es
cierto? La verdad es dolorosa, en el fondo no queremos conocerla, sobre todo
cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único
que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en
voz alta para poder oírla, otras veces la contamos porque no podemos
aguantarnos y otras la contamos porque a alguien le debemos al menos
eso".
-
Te amo, Ilya Prakenski-susurré contra la tabla
de madera.
"No lo dije en ese momento, pero te amo… No quiero
vivir sin ti… Cambiaste mi vida.
Mi sol, nada puedo hacer sin ti... Pero tampoco quiero
sufrir por no estar contigo, ni imaginarme cosas que no son, situaciones que
nunca ocurrirán…"
Mientras tanto, el carruaje se alejaba de tan linda
hacienda, separando a la pareja en el tiempo y el espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dejar un comentario, será la forma perfecta en la que veré si compartes mis ideas, tienes mis mismos sueños, o si incluso te ha gustado.