jueves, 19 de enero de 2012

Yesterday... Today... Always here.

<<Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te importan los demás es sólo una sarta de mentiras. Elegimos a las personas, nos quedamos junto a ellas, aunque les hagamos daño. La gente que se queda contigo en tus últimos días de vida, son los que más hemos de cuidar. Muchas veces, cuando estás triste, es la invasión de tu espacio personal lo que necesitas. >>

No había sido mi mejor día.
La noche se cernía sobre Hampshire, el valle más bello de Reino Unido, o al menos, el valle más hermoso que yo había tenido la oportunidad de contemplar y vivir durante tres meses. Cada día me levantaba cansada, sin ganas de hacer nada, sólo pendiente de mis ensoñaciones y esperanzas de cambio, que terminabas frustradas por más que intentara lo contrario. Por eso, desde hacía unos años, había decidido dejar de intentar hacer como que no pasaba nada, para simplemente, olvidar todo rastro de preocupación. Sería, muy seguramente, la razón por la que mis mañanas, tardes y noches eran como una neblina; no recordaba cómo había llegado al castillo, ni si había amarrado bien a Thor en las caballerías, incluso olvidaba si había comido. Pero por más que quería, mi mente seguía empeñada en mantenerme encerrada de esa forma tan animal y vergonzosa. ¿Tan aburrida era mi vida que mi cabeza prefería ausentarse largos ratos sin permiso? Por lo visto, necesitaba una carga de adrenalina, y desconocía la forma de sentirme mejor.
Mientras paseaba por el jardín, sin apenas vislumbrar nada de los objetos que me rodeaban, disfruté de uno de los pocos momentos en los que conseguía dominar mi pequeña imaginación, respirando y caminando sin parar.
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Me senté en un banco cercano, recogiendo mis piernas y escondiendo la cabeza entre ellas, tarareando una canción, inventando su ritmo e improvisando la letra de ella.
Desconocía el tiempo que había transcurrido, pues mi capacidad de concentración estaba totalmente al noventa y nueve por ciento en mi trabajo como para darme cuenta de la persona que se acercaba con cortas zancadas, tranquilas, con seguridad.
-          Ignoraba que salierais en medio de la noche, y mucho menos  sin carabina.
-          ¿Y por qué razón deberías saberlo? No eres mi dueño, y yo puedo hacer lo que quiera.
-          Siempre y cuando lo que desees, no ponga en riesgo tu salud.
-          Un paseo no viene mal a nadie- odiaba enfrentarme verbalmente al hombre de treinta años, que puso sus morenas manos en mis rodillas, intentando ver mi cara.
-          ¿No te gusta la compañía?
-          Sí… Pero a veces prefiero la soledad y la tranquilidad que esta proporciona.
-          Quizás… Podríamos compartirla juntos- su ceja izquierda se elevó, esperando mi respuesta, la cual él ya conocía.
-          Sabes que no me importaría Ilya... Mi pregunta es si serás capaz de soportarla.
-          Siempre y cuando sea contigo, soportaré el mundo entero, cariño.
Cogiéndome en brazos, sentándome en sus piernas y abrazándome, prestando su calor a mi cuerpo, acunándome con cariño, y besando mi coronilla. Me sentía protegida con su cuerpo, tan fuerte y caliente, relajado bajo mi peso.
-          Dime, ¿por qué estás aquí, Evie?
-          No lo sé… Creo que estaba cansada de fingir…
-          ¿Crees? Estoy seguro de que terminas la noche muy cansada debido a eso. No deberías ni estar aquí. Te prometo que en cuanto nos casemos, te llevaré a la hacienda, y dejarás de ser quien no quieres ser.
-          Ilya, no estés tan seguro… He soñado muchas veces con cosas, que ni de lejos llegan a hacerse realidad… No me gustas esas decepciones…
-          Me preguntó por qué tuve que dejarte sola estos días. No tengo ni la mera idea de qué ha pasado, pero me arrepiento de que te quedarás aquí. Tendrías que haber estado a mi lado. Así no volverías a pensar de esta forma.
-          Odio cuando me abandonas…-mis manos rodearon su cuello, escondiendo mi cara en la abertura de su chaqueta, cerrando mis ojos con fuerza.
-          Cariño, soñar no es un camino de rosas, puedes soñar con dar la vuelta al mundo y nadie te asegura que lo hagas; pero eso te hace ser fuerte, te obliga a seguir adelante. Los sueños, aunque te jodan y no los consigas y te derrumbes, siempre volverás a soñar con algo, y volverás a levantarte del suelo, hacia adelante.
-          Pero si me obligo a no soñar, podré sufrir menos…
-          Si te encierras en la realidad te sentirás más infeliz. Los sueños, repito, se basan en la felicidad. No puedo asegurarte que se cumplan, tal vez no, pero yo al menos, haré lo imposible para que seas la mujer más feliz del mundo. Y yo juro amarte hasta el final de los tiempos.
<< A veces en la vida, aunque intentes apartar a todos los que te rodeen, si ellos no quieren, no podrás hacer nada.
En este momento y lugar, con errores, objetos mal utilizados; ahora pasado mucho tiempo, más tarde… ¿Quién fui yo para dejar de intentar ser feliz? Sólo necesitaba una oportunidad, un solo aliento por si acaso me quedaba sola el resto del camino… Pues él sabía que le amo, que le he amado completamente y le extraño cada vez que está lejos. Seguía soñando al cabo de unos meses que estaría con él y que nadie nos separaría… Hubiera dejado de respirar si ya no le veía más. Sobre mis rodillas pediría a quien fuera que nunca me alejara de él.
Y ahora, contemplando sus hermosos ojos marrones, su cara y su ternura, me derretía por poder estar unos minutos más a su lado.
La vida no era fácil, era cierto; pero podía llegar  a ser abrumador el hecho de verse solo si no había nadie a tu lado. >>

-          Todavía lo tengo…
-          ¿E l qué, mi vida?
-          Los tres amuletos… La piedra, el colgante y la pulsera de tus antepasados.
-          “Serán tus amuletos mientras yo aún viva, porque vivo para y por ti.”
-          “Tres son las veces que he sentido todo perdido… Tres son las veces que he querido dejarlo todo… Tres son las veces que en esos momentos me acordé de ti y me levanté superando el obstáculo… Tres son los recuerdos que tendrás ahora y siempre de mí. Aunque todo esté perdido, lucharé porque siempre que tú me ames, nadie será capaz de pararme”- terminé de citar lo que hacía cinco meses él me había regalado en el claro de la casa del guardabosques, lejos de la vista de indeseados, donde podíamos ser tal para cual, sin distinciones de rango ni modales, ni etiqueta; él no era duque, ni yo la hija de una condesa cuando estábamos juntos. Sólo existíamos el uno para el otro, y eso era más que suficiente.
-          Recuerda que no estás sola, que estamos juntos en esto. No dudaré en cogerte la mano cuando empeore… Y si siente como si llegara el final, que no hay lugar donde ir… Sabes que no me rendiré para cuidarte.
-          Nunca supe que tenía un sueño/ hasta que ese sueño fuiste tú/ Cuando miro dentro de tus ojos/ el cielo y las estrellas llenan las profundidades.
-          Eso es trampa... Es mío.
-          Entre nosotros, no hay trampas, sólo favoritismos- reí satisfecha.
                                                                                  (Diario personal de Lady Evangeline Jenner)
Aquí, dando pena a la tristeza
Diciendo que no existes
Pensando que el mundo no es sin ti.
Aquí, susurrando los minutos
Echando al miedo de no verte
Siendo sin ser nada
Aquí, muriendo…
Viviendo.

2 comentarios:

  1. me gustaaaaaa y mucho!!!!!! =) en especial la ultima parte!!!!

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  2. Jajajajaja ¿verdad que es lindo? :D ¿Y si te dijera que tiene partes reales? :)

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