sábado, 11 de mayo de 2013

Recuerdos de otra vida


Muchas veces pienso que he nacido en la época incorrecta, en un siglo al que mi cuerpo no responde, y mi mente rechaza.
Muchas veces sueño con lujosos palacios, elegantes vestidos, praderas por correr, caballos que poder montar, esgrima que practicar, barcos que probar... Bailes que bailar.

Quizás muchos piensen que deliro, que son sólo deseos de una joven por llamar la atención, o incluso que realmente no sé cómo se vivía en ésa época específica a la que me gustaría ir... Aunque también dicen que no sé lo que pienso, y que tantos libros románticos me han consumido el poco cerebro que me quedaba.
¿Pero qué va a ser si realmente quiero conocer otro mundo, otra época, y algo distinto a la falsedad del momento? Al menos en el pasado se disfrutaba de una salida campestre, podías montar a caballo por un largo descampado verde como la esperanza, lucir trajes y no carne... Todo es tan contradictorio ahora... Tan distinto de lo que la gente soñaba que sería.

Sí, puede que por su constitución física no llamase la atención en los bailes de sociedad, o que por su carácter rebelde fuera el dolor de cabeza de toda madre, pero era mejor permanecer como una florero en una fiesta donde todo le llamara la atención, que en clase, siendo invisible para todo el que mirara su asiento.
O incluso, aunque nadie quisiera sacarla a bailar, ella podría correr a las caballerizas del noble y montar a caballo durante la larga noche brillante, o esconderse en una biblioteca de esas enormes- que eran casi como un ídolo, un premio-. Pero en su época, en el siglo XXI, lo único que podía hacer era seguir de pie, en una sala donde nadie bailaba, donde nadie hablaba, donde todos se miraban asqueados, y sin saber qué hacer.

¿Qué hago aquí? ¿Pasar un tiempo hasta ser mayor y saber tolerar más este sufrimiento? No tengo depresión, pero no sé explicar por qué me siento tan vacía por dentro. Nada me llena, ya no vivo aventuras pues no hay ninguna por vivir, no conozco lores como antes, ni damas si quiera. Sólo hay jóvenes tontas por enseñar la carne al cazador, y ser cazadas cuál perrito faldero y gato caprichoso. Y si no vas a la moda que ellas imponen -enseñando todo lo que puedas casi rozando la indecencia- eres considerada monja, nerd o incluso palabras mal sonantes.

O incluso si pudiera inventar un mundo, sería algo parecido al medieval, donde los castillos predominaran, o la regencia, o incluso la época victoriana... Con igualdad de condiciones, libertad y entendimiento, junto a verdaderos sentimientos. Un mundo en el que la palabra "amar" siga significando algo.

Y volviendo al tema de pertenecer a otra época... Debo irme, me espera un nuevo waltz que bailar en la mansión de Lord Falcondrige.


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