jueves, 8 de diciembre de 2011

Navidad.Part.3.

Tras haber cantado dos veces más, mi familia se animó a salir al escenario continuamente y cantar desde un intento de rock a isas y merengues. De todos ellos, quiénes sobresalieron fue mi abuela, la madre de mi padre, e Ilya, que había vuelto a salir para acompañar a mi Miriam, quien se había puesto de babosa con mi novio, y no había dejado de tocarle el brazo desde que habíamos llegado; pero eso se acabaría ahí, me dije para mí misma, que se buscara a otro intento de coqueteo.
Salté de mi silla, quitándome la chaqueta que llevaba puesta, cogiendo a Ilya por las manos y sacándolo al jardín, donde ya era casi de noche y las estrellan ya habían empezado a salir, entre ellas la nuestra, la más brillante y la más linda entre todas las demás. Se colocó detrás de mí, rodeando mi cintura con las manos, apretándome a él, respirando contra mi cuello.
-          ¿Pasó algo, mi amor?
-          ¿A parte de que mi prima no dejaba de intentar llevarte a la cama?
De su garganta escapó una grave carcajada, y todo su cuerpo se estremeció, junto al mío, de placer.
-          ¿Acaso crees que dejaría que una chiquilla de muy poco cerebro, bebida y realmente necesitada de un psicólogo me llamaría más la atención que tú?
-          Yo que sé… El hecho de pensar que podría pasar algo entre vosotros, es motivo suficiente para encolerizarme.
-          Pues tú dame tu ternura y pasión- cantó en alto, una de las frases que el asno de Shrek aconsejaba al final de la película.
-          Eso no dejo de dártelo cada segundo…
-          Lo sé, cariño… Y me siento realmente afortunado de ello. De que me ames, de que no dejes de pensar en mí…
Me giré entre sus brazos, cogiendo su cara entre mis manos, acunándola con dulzura.
-          Más emocionada estoy yo al saber que tú me correspondes con tu corazón, y que no me abandonarás cuando más lo necesite.
-          Nunca te cambiaría por nadie.
Nuestros cuerpos se fundieron en un fuerte abrazo, conocedores de las debilidades de cada uno respecto al otro, y las grandes virtudes que nos hacían únicos en el mundo. Apenas consiente de cómo me tapaba con su chaqueta, tarareé la canción que sonaba en ese momento, una que habían puesto en el descanso de las voces cantoras: Secondhand Serenade “Fall for you”.
-          Porque esa noche fue en la que me enamoré de ti… El momento en el que cambió mi vida, y porque es imposible encontrar una chica como tú. Nunca podría deshacerme de ti, aunque puedo fallar, pero te seguiré amando.
-          Porque esta noche será la noche en la que me enamoré de ti; una y otra vez, no me hagas cambiar de opinión, o no viviré para poder ver otro día.
Cogimos aire, antes de empezar a jugar con nuestras lenguas de fuego. Antes de empezar a sentir como nuestros cuerpos se correspondían de una forma asombrosa y de cómo llegaba hasta el fondo de nuestros corazones el amor que sentíamos el uno por el otro.
Volvimos a mirar al cielo, agradeciendo a quien jugara con los hilos del destino el que hubiera hecho que nos encontráramos; y volvimos adentro, listos para seguir con mi familia en el día de Nochebuena.
Nos quitamos las chaquetas, el quitándome la mía por detrás. Entrelazando sus dedos con los míos y sacándome a la pista de bailar desierta.

Dábamos vueltas tranquilamente, con sus manos en mi cintura y las mías sobre su cuello. Lentamente nos dejamos llevar por la canción, disfrutando de tener tiempo y tranquilidad, mientras sus ojos acariciaban mi alma y su boca dibujaba círculos en mi cachete.
-          Te quiero, cariño- le dije, sintiendo mi corazón latiendo a mil por segundo.
-          Yo te amo, amor mío.
Mientras mis padres nos miraban contentos…
Mientras no existía para nosotros nadie más…
Mientras nuestros corazones latían más fuerte que nunca…
Mientras unos fuegos artificiales alumbraban el salón a oscuras…
Los colores brillando sobre nosotros…
Nuestras almas corriendo como el viento caprichoso…
Él y yo… Nadie más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejar un comentario, será la forma perfecta en la que veré si compartes mis ideas, tienes mis mismos sueños, o si incluso te ha gustado.