sábado, 31 de diciembre de 2011

Fin De Año.Part.1.

<<Ser diferente, no siempre es algo malo…>>
Una noche más me colocaba sobre la morena piel tostada por el sol un nuevo traje, esta vez largo, blanco, con mangas alargadas que caían por mis brazos acariciándolos con muchísima suavidad. La falda, un poco más clara que el torso, pero con muchas más capas, resbalaba  hasta rozar el suelo dos largos centímetros por debajo de mis zapatos. Me había decantado días antes por unos tacones con los talones y la punta de los pies tapados en redondo y una fina tela de gasa alrededor de mi tobillo. El traje, a cabante de planchar, adornaba mi escote con un suave encaje poco admirado a primera vista, pero mucho más tenue que el resto de la ropa, en forma de palabra de honor pero con un pequeño pico en el nacimiento de los senos. Pegado hasta las caderas, por medio de un cinturón dorado claro, al igual que mis codos, atada una cinta ribeteada de líneas que simulaban el oro. En mi cabeza, había optado por un peinado sencillo, un recogido con rizos descendiendo al azar al lado de mi rostro  bien definidos; detrás, la cinta negra colocada estratégicamente, me aseguraba que no se deshiciera fácil.
Ninguna joya, solo una diadema en mi frente, atravesándola por la coronilla, de pequeños diamantes, un regalo por mí cumpleaños.
Cogía el chal de gasa a la vez que el móvil sonaba e Ilya me llamaba desde el coche en el exterior.

Cuidé de llevar en la mano las llaves del pequeño piso alquilado, y en mi bolso de mano el móvil con la documentación indispensable.
El 31 de Diciembre, Fin de Año o Noche Vieja, se presentaba realmente animado para nosotros pues fuimos invitados a una de las fiestas más famosas de mis amigos mas especiales: Rayco y Stephanie, novios desde hacía cinco años que no dudaban en crear grandes celebraciones por todo lo alto, incluyendo bailes, cantos, exhibiciones de música, y bailes inolvidables. Lo bueno de sus fiestas era que no importaba la edad, siempre y cuando mostrarás tu DNI para demostrar tu verdadera edad y que era comprobada la autentificación de este mismo para no tener problemas. Por eso mismo y por la necesidad de ver la forma en la que les iban las cosas a ellos dos, como a Yhaíza y Rhonan.
Entre besos por parte de Ilya, y exclamaciones de asombro por la mía, se nos fueron tres minutos embobados en nuestras indumentarias. A ilya le quedaba de fábula su traje de etiqueta junto a la chaqueta mucho más abrigada que le dejó mi padrastro al ver que no tenía una para la ocasión. Su pelo, no soportaba verlo echado hacia atrás con gomina, por eso mismo decidí despeinarlo hacia delante, colocándole en una situación desventajosa, ya que se me tocaba el pelo, yo no dudaría en torturarle con muchísimas cosquillas. Por lo tanto, sólo pudo dejarme hacer lo que quisiera, hasta que se cansó de notar mis dedos enredados en su pelo sin compasión, intentando encontrar la mejor forma de ponerle irresistible, y me hizo cosquillas en la cintura, robándome besos de por medio y estallando en carcajadas juntos.
De camino a la celebración, cantamos Light up the world, Te Voy a Amar de Axel, What doesn’t kill you makes you stronger de Kelly Clarkson y Ai si eu te pego de Michel Teló. Canciones que pasaron de moda, pero y una de las ventajas de Ilya, siempre escuchadas por nosotros.

Era muy gracioso cuando mi pareja cantaba las partes en las que no sabía la letra, e inventaba las palabras según su instinto. Lo mejor aún, era cuando yo me pasaba largos minutos sin darme cuenta de que cantaba, perdida en su perfil, en sus manos acariciando las mías, o sus labios moviéndose. Era una de las mejores cosas que podía hacer, sobre todo cuando no existía para mí nada más, y mi mundo se desintegraba a nuestro alrededor, permaneciendo nada más que él, como una montaña inmovible ante el viento.
Y la fiesta no fue menos de lo que esperaba.
Los niños corrían de un lado para otro mientras los padres intentaban cazarlos, la gente charlaba jovialmente entre sí, y las abuelas observaban a los recién llegados, dispuestas a fantasear o improvisar ideas para unir nuevas parejas.
El único pastor alemán que correteaba libre decidió acercarse a Ilya, nadie menos indicado al adorar los animales, moviendo la cabeza inagotablemente, saludándole.
Las manos de mi compañero se afianzaron junto al cráneo del animal, mimándolo con los pulgares. Prendida al brazo de él,  jugué  con la cabecita del animalito, sonriéndole a los dos.
-          Algún día, los dos tendremos más de un pastorcito en nuestra casa… Lo prometo.
-          Y yo te prometo no tener ningún caniche.
Estallamos en risas. Por igual, odiábamos a los caniches, bolas de pelo y sin grasa ninguna, con un gran riesgo de pisarlos sin darnos cuenta.  Stephanie corría hacia nosotros, con una gran sonrisa pintada en los labios y los brazos abiertos.
-          ¡Qué felicidad veros de nuevo! ¡Dios, Evie, cómo has cambiado, estás guapísima! Y tú, Ilya, no te quedas nada atrás, estás arrebatador con etiqueta.
-          Vaya, gracias- Noté cómo mi novio se sonrojaba e incrementaba la presión en nuestros dedos, muy nervioso.
-          ¿Y ese anillo, jovencita?
-          Bueno…-fue mi turno de ponerme nerviosa- Ilya me pidió matrimonio.
Nuestras miradas se cruzaron. Ella sabía que yo tenía cierto grado de miedo al matrimonio, pues la experiencia me había enseñado que no todo salía bien aunque quisiera, y lo que una noche fue lo mejor del mundo, al día siguiente podía ser un infierno, y no poder escapar de él, era un tortura más que desagradable.
Si lo mío con Ilya salía bien… Sería un milagro bien merecido, y un respiro para toda mi familia materna. Y sin embargo, a pesar de la maldición que corría por la sangre de mi primer apellido, codiciaba poder tener lo que anhelaba cada día al despertarme y suspiraba todas las noches al acostarme.
-          Pero entrad, no os quedéis parados como si nada. Sed bienvenidos.
-          Gracias-dijimos al unísono entranto tomábamos parte de la recepción.
El salón, lujosamente adornado y con un escenario poco alzado al final, no dejaba lugar a dudas de la riqueza del joven Rayco y el acomodado trabajo de Steph (como la llamábamos entre amigas). Ella era actriz de cine, y había protagonizado muy buenas películas junto a Robert De Niro, Johny Deep o George Clooney. Rayco, sin embargo, era el hijo de un empresario famoso en Suiza y Barcelona, además la capacidad de hablar: francés, inglés, alemán, español, algo de sueco y chino le hacía accesible la mayor parte de los trabajos, sobre todo al heredar la compañía de su padre y todo lo que ello convenía.
A medida que entrábamos en la habitación, y éramos el centro de todas las miradas, Ilya y yo nos retraíamos en nuestros pensamientos, intentando no formar parte de ninguno de los comentarios e insinuaciones que creara la gente para pasar el rato.
-          Hay refrigerios, por si queréis tomar algo, y la música sonara casi toda la noche, ya sabéis, menos cuando den las campanadas. Cualquier cosa, estaré por aquí.
Ni tiempo tuvimos de agradecer. Ella salía disparada de mano de sus nuevas amigas, parloteando sobre sus nuevos invitados: la famosa periodista y escritora Evangeline Jenner, y el más codiciado joven que salía al mundo empresarial como una bala.
Decidimos bailar un rato, como hacían otros. Sonaba un fragmento de Los Piratas del Caribe, justo la más lenta de todas, que nos permitía volar sobre el suelo, él dirigiendo mis pasos, recordándome lo que era la ligereza de un pájaro en el viento, y él rememorando la delicadeza de una flor que osaba medirse con el viento, al igual que una montaña.

Los dos sin miedo alguno, dispuestos a luchar ante la vida si hacía falta, y contra lo que hiciera falta.
Los violines cambiaron la melodía y a Ilya le costó moverse en el nuevo ritmo.
-          ¿Recuerdas la piedra que me diste?
-          La de forma de corazón, ¿no?
-          Ésa misma. Resulta… Que la tengo aquí mismo- saqué de un pequeño bolsillito en mi traje, una piedra envuelta en un pañito de seda bordado, rosa claro. Se la puse en las manos, besando su mejilla y susurrándole de tal forma que nadie pudiera oírnos-: Keep holding on, cause you know we’ll make it through; just stay strong, ‘cause you know I’m here for you. There’s nothing you can say, nothing you can do, there’s no other way when it comes to the truth so keep holding on, ‘cause you know we’ll make it through.
-          Te quiero cariño…- sus brazos rodearon mi frágil cuerpo, estrechándolo contra su pecho, protegiendo a su niña pequeña, malcriándola con sus caricias… Y una vez más, llevándome a un mundo de sueños donde todo es posible, y donde nadie puede quitarnos lo que  queremos.
Mientras en mi mente resonaban los siguientes versos:
Hear me when I say, when I say
I believe .
Nothing’s gonna change,
Nothing’s gonna change destiny.
Whatever’s meant to be
Will work out perfectly.

Face to face, And heart to heart
We’re so close yet so far apart.
I close my eyes, I look away.
That’s just because, I’m not okay.
But I hold on, I stay strong
Wondering if we still belong.
Will we ever say the words we’re feeling,
Reach down underneath and tear down all the walls,
Will we ever have a happy ending
Or will be forever only be pretending.
Keeping secrets safe every  move we make.
Seems like no one’s letting go.
And it’s such a shame, ‘cause if you feel the same,
How am I supposed to know

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejar un comentario, será la forma perfecta en la que veré si compartes mis ideas, tienes mis mismos sueños, o si incluso te ha gustado.