viernes, 26 de agosto de 2011

Finale


-          Fue uno de los mejores poetas de su época y actualmente, si examináis bien las películas románticas, veréis varias frases muy famosas…
Un día más… Esperando a que alguien me saque de esta monotonía… ¿Pero quién? ¿Quién tendría la fuerza y constancia suficiente como para mantenerme todos los días a la espera de que aparezca?  ¿Con las ganas de leerle? ¿Con la ansiedad de escuchar su voz por primera vez…?
Años enteros luchando por llegar hasta él… Día tras día, hora tras hora perdida, pues nunca he llegado a hallarle… Cada noche soñaba con sus brazos rodeándome y su tranquilo aliento en mi nuca… Mientras me apretaba contra él… Sueños románticos inundaban mi tonta mente, hasta darme cuenta de que perdía el hilo de la conversación o la noción de la realidad… Perdía toda noción y lo peor de todo es que ni siquiera quería volver a la realidad… Ni siquiera quería salir  de allí… De ese sueño tan tranquilo, pacífico y bello…
No me había dado cuenta de que la alarma que indicaba el final de la clase había terminado… Ni de que me quedaba rodeada de compañeras hablando sobre sus últimas adquisiciones sentimentales o del nuevo chisme universitario… Como no me interesaba nada de lo que contaban, apoyé mi cabeza sobre los brazos, y estos sobre la mesa, quedando totalmente tendida sobre la plataforma, cerrando mis ojos  a la realidad y recuperando mi sueño infantil.

Justo cuando volvía a sumergirme en mi paz interior una vibración en mi pantalón me despistó.
Saqué mi móvil del bolsillo y miré que era aquello que lo hacía vibrar…
Una llamada. Un número de teléfono que desconocía y que no me sonaba nada. ¿Quién sería? Pasaban tres tonos, y por miedo a perder la oportunidad de saber quién era la misteriosa persona, pulsé el botoncito verde y pegué el auricular al oído. 
Silencio.
-          ¿Sí?
Esta vez, una respiración se oye desde la otra parte… Acelerada… Nerviosa.
-          Candy… ¿Eres tú?
-          Sí, soy yo… ¿Quién es?
Un suspiro fuerte…
-          Soy… Soy Matthew…
¿Matthew? Era imposible que fuera él… ¿Cómo había conseguido mi número? ¿Desde dónde me llamaba? ¿Por qué me llamaba? ¿Qué habría pasado? ¿Le habría pasado algo? ¿Estaría bien?
No pude evitarlo, y al hablar, el tono de mi voz desprendía miedo y alarma:
-          ¿Estás bien? ¿Ha pasado algo?
-          ¿Qué?
-          Que sí te pasó algo… Nunca me has llamado ¿por qué lo haces ahora?
-          Yo…- rió nerviosamente-. Te tengo una sorpresa.
-          ¿Una sorpresa? ¿Ahora? ¿Dónde? ¿Cómo¿
-          Estoy viendo… Ahora mismo estoy… Delante de un edificio en forma de pirámide, tres en total…
Comenzó a describir un sitio que me resultaba muy familiar… Uno al que iba todos los días, de lunes a viernes, de ocho y media a dos y media… Pero era imposible… En Canarias… ¿Matthew estaba en Tenerife? No… Debe de ser una broma de alguien que me conoce mucho… No podía ser real…
-          ¿Candy? ¿Linda?
O quizás sí…
-          Sí, sí dime.
-          ¿Cómo se llamaba tu universidad?
-          No es posible… ¿Dónde estás? Dímelo…
-          Estoy en Tenerife… - Rió con unas sonoras carcajadas-. Llamándote desde una cabina.
-          ¿Cómo...? ¿Cómo has llegado?
-          En avión.
-          Sabes que no me refiero a eso…-me hizo gracia su respuesta… Simple, pero cargada de sentimiento…
-          Si doy un paso más… Tengo miedo a perderme, y no poder verte…
-          ¿Pero no tienes un mapa ni nada? ¿Cómo has llegado?
-          En taxi…
No me lo podía creer… Era verdad. Había venido a mi isla, a verme… Era, realmente, algo muy especial… Un precio que había pagado, por algo que en otro momento habríamos considerado como una relación imposible.
-          ¿Estás a un lateral o en frente de la entrada?
-          Estoy a unos pasos de la entrada… Cruzando la calle.
-          Ahora mismo llego… Llámame en cinco minutos si aún no me ves.
-          Ok.
Me levanté corriendo de mi asiento. Mis amigas que habían estado rodeándome tuvieron que dar un paso atrás para no chocar con migo al salir disparada de la silla.
Bajé apresuradamente los escalones con cuidado de no caerme, pues de esa forma no tendría ninguna gracia llegar a la cita con un brazo dislocado o inflamado el labio.
Las chicas gritaban mi nombre, y antes de llegar a la puerta, aminoré mi marcha para gritarles:
-          Marta, recógeme al finalizar las clases mis cosas, llévalas a mi casa. Estaré bien.
La sonrisa que iluminó mis ojos debió de terminar por convencerlas, pues volvieron a su conversación, mientras yo reanudaba la carrera y salía corriendo de la clase.
Por el pasillo la gente se me quedaba mirando extrañada, pero no me importaba, ellos no sabían ni sabrían nunca, lo que era vivir una aventura como yo hacía… Pobres de ellos que morirían sin saber que era volar libremente.
-          Ya queda poco, Matth…
Me repetía eso todo el camino. Me daba fuerzas para seguir adelante, y sabía que lo conseguiría.
<<Tu vida no termina conmigo, ni siquiera ha empezado… Y harás grandísimas cosas.
-          ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que no termina aquí y que haré tantas cosas?
-          Porque eres demasiado buena… Eres una persona única que aparece cada mil años… Y eso no se dejará escapar fácilmente>>
Comencé a correr más rápido. Pensé si sería más rápido bajar por el ascensor o por las escaleras, pero llegando a la decisión, opté por las escaleras.
Una canción me vino  a la mente… “Breakway” de Kelly Clarkson… Fue mi inspiración muchos años para salir adelante. Y ahora lo conseguía.
Recordé por qué me gustaba tanto…
>>En una aldea, donde yo vivía, esperaba ante mi ventana, soñando con lo que pudiera llegar a ser… Cuando trataba de hablar, nadie me escuchaba, y era difícil sobrevivir en la invisibilidad.  Pero eso cambiará, me decía… Porque extendí mis alas y aprendí a volar. Escogí mi camino, tomé decisiones buenas y malas, y he llegado a tocar el cielo. Todos estos años han servido, pues no olvidaré a todos aquellos a quienes amé.
Sólo tenía un sentimiento en mente al llegar aquí, miedo por doquier.
Soñaba con volar en avión, viajar en tren y ver el mar para ir muy lejos, y ser libre. Cavé  mi salida yo sola, con sangre, sudor y fuego… E hice de mí alguien maravilloso.
Construyendo sobre cimientos difíciles, sueños imposibles que superaban mis recursos. Nadando en mareas peligrosas, moviéndome en círculos que no conocía…
Pero conseguí más de lo que nadie creía que llegaría a ser capaz. Ni siquiera mis amigos creían que pudiera conseguirlo… Pero lo hice, y aún sigo en pie.
>>Bajaba los escalones de dos en dos, y en el  último tramo lo hice dando saltos grandes.
Quedaba muy poco… Al alcance de mi mano…
Volvió a sonar el timbre de inicio. La gente comenzó a arremolinarse frente a mí. Me impedían pasar y salir de la universidad…
<< ¡AHORA NO!>> me dije a mí misma.
Creo que fue la primera vez que me impulsé con mis manos sobre la barandilla de la escalera y salté por encima del pasamano… Pero no todo fue tan perfecto.
Caí mal. Mi rodilla se apoyó en el suelo y un chico que pasaba a mi lado me pisó el dedo meñique…
Me dio igual… Eso no me impediría nada.
Crucé los jardines a todo correr, me faltaba el aliento… Intenté controlar mi respiración para que no se me subieran los colores a la cara.
Divisé a Matth justo delante de la calle a cruzar.
Era verdad, estaba allí…
Ésa era mi meta… Y lograrlo tan solo un paso…
Le saludé con la mano en alto. Sonriendo de oreja a oreja. Con las lágrimas acechando con salir.

Llegué a él y yo casi no podía frenar mi velocidad.
Abrió sus brazos y dejó que chocara fuertemente contra su cuerpo. Me atrajo a él y me apretó fuerte, apoyando su cabeza sobre la mía y besándola suavemente.
-          Perdón… No podía…
-          Da igual… Es un placer.
Nos sonreímos… Nos miramos… Sus manos recorrieron suavemente mi cara… Acunándola…
-          Mi espartano…
-          Mi guerrera…
Nos fundimos en un apasionado beso… El beso que nunca llegamos a darnos… El beso que cambió nuestras vidas.
Porque después, sobraron las palabras…
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domingo, 14 de agosto de 2011

Sueños...

Una vez, alguien dijo que la vida debería seguir el ritmo de nuestros sueños, y eso es lo que he visto en las noticias. 
Cuando un alumno chileno se pasa noches sin dormir, arriesga su vida ante la policía, corre alrededor de La Moneda con el riesgo de que le peguen con una porra, o simplemente, el hecho de perder clase por la lucha de sus sueños...De una educacion mejor, de avanzar en el mundo y no quedarse atrás. 
Porque, a pesar del gran riesgo de enfrentarse a los políticos... A pesar del peligro que pueden llegar a correr... Lo han hecho...
Porque ellos son claramente un ejemplo de lucha constante por sus sueños...

sábado, 13 de agosto de 2011

Por nuestro futuro...


- La vida no es fácil, y mucho menos cuando tu expectativas superan con creces a la realidad que vives... Pero no sabemos lo que nos depara el futuro... Así que yo no pienso rendirme hoy.








- Soñaba con poder ser una gran político... Pero conseguir mi sueño resulta imposible cuando tu educación no es la mejor... Cuando vas a un colegio público que no puede ofrecerte los suficientes recursos. ¿Sabías que las malas políticas aumentan la brecha digital en Latino américa?








 - Ser profesora no es una meta difícil de alcanzar... Pero para impartir clases de calidad, debes irte a Europa... Y olvidar atrás a toda tu familia.


 - Our dreams... (Nuestros sueños)
 - Lucharemos por ellos...
 - Conseguiremos lo que queremos...
 - If we have to go far away... (Si tenemos que ir lejos)
 - 虽然今天我们有下降... (lucharemos por ellos)
 - Skønt for enden af ​​tunnelen ... (Aunque al final del túnel)
 - Ne vidite svetlobo (no veamos la luz)
 - Nous devons nous rappeler que finissent toujours par voir (debemos tener presente que siempre terminaremos por verla)
 - از آنجا که نهایی ما وجود ندارد (porque aún no es nuestro final)
 - Потому что мы еще не закончили борьбу (porque aún no hemos terminado de pelear)
 - Hoy.. is not...le jour.


















Un grupo de alumnos descansan detrás de los carabineros montados a caballo.
Los líderes están dispuestos con los limones en la mano delante de las pancartas.
Nosotros aguantamos en posición de ataque...
No sabemos cuánto tiempo ha pasado desde que llegaron los cacos...Pero cada segundo pasa interminable bajo su atenta mirada.
No sabemos que pasará... Ni cómo terminará este asunto. Pero sí sabemos cómo empezó, y sabemos que si no lo conseguimos hoy, lo seguiremos intentado mañana, pasado, hasta tenerlo y saborearlo.
Estamos cansado de tanta espera con mentiras. Queremos resultados ya. Queremos nuestra educación pública de calidad.
Queremos ser todo lo que nosotros queremos, y no es justo que sigamos esperando por un derecho inalienable. Algo con lo que hemos nacido y no obtenemos.
Los carabineros empiezan a avanzar con los caballos.
 - Hoy va a ser la buena- susurra alguien a mis espaldas.
Cierto...Hoy muchos de nosotros podemos resultar heridos o encerrados entre rejas... Pero vale la pena el sacrificio.
La policía se hartó de ser "cuidadosos". Sus caballos comienzan a levantar las patas delanteras, dispuestos a dar a todo aquél que pase por delante. Nosotros nos echamos hacia atrás corriendo. Desde lejos se oyen todo tipo de insultos.
De repente, una piedra de tamaño considerable cae ante mis pies. Atemorizado, levanto la cabeza para ver cómo se desploma ante mis pies el cuerpo del policía que tenía delante de mí.
El grupo de encapuchados que había estado colocado detrás de los carabineros tiraban todo tipo de objetos hacia ellos, obligándoles a correr detrás de ellos para capturarlos.
Los cuerpos policiales de a pie empiezan a meterse entre nosotros para darnos con las porras.
Ahí es cuando me pienso  que no vale la pena luchar más. No vamos a conseguir nada,y que esto es una pérdida de tiempo.
Justo cuando comienzo a darme la vuelta, una chica, de menos edad que yo, grita y ataca a un caco con los puños.
La escena me llama la atención, pues ellos van fuertemente armados y cubiertos, y ella no tenía nada más que unos guantes finísimos y un chándal marino oscuro. Pero no es esto lo que más me llamó la atención.
Conocía a la joven de 16 años que luchaba por un futuro, que ni siquiera le pertenecía. Esa joven española... La chica a la que una vez amé... Luchaba por mantenernos en pie... A toda una población... Con fuerzas que superaban a su capacidad normal... Pero es que esa chica, esa joven miedosa y frágil a primera vista, no se rendiría hasta ver que sus pasos eran seguidos.
Rememoro los motivos por los que estoy ante tal situación: mis hermanos... mi familia... mis amigos... mis estudios. Todo lo que hagamos hoy, determinará el futuro de una nación... Y la única persona que luchaba, era esa joven de otro país.
Pero no estaba sola. Yo no la dejaré sola.




Comienzo a asestar puñetazos a todos los enemigos a nuestra causa. A todo aquello que se nos interpone en un futuro mejor. Y ello, motiva a mis compañeros, a más de 200.000 mil personas a luchar por un mismo motivo... Una misma esperanza.






Nadie podría haber sobrevivido a la batalla de hoy...