viernes, 30 de marzo de 2012

Carta al amor.



"Querido Ilya:
Más de dos semanas juntos han sido menos que suficientes. En dos semanas me he enamorado de ti. Ahora nos espera un año separados, ¿pero qué es un año separados después de estas dos semanas juntos?"

Él seguía corriendo, cansado, sin apenas respiro, sobre el polvo de la arena en el camino... Hasta llegar a mí.
-           - No podía dejar que te fueras sin decirme adiós- me confesó lord Prakenski cogiendo mis manos entre las suyas.
"Me hiciste una promesa, una promesa que sé que cumplirás. Sólo te pido una promesa más  durante el tiempo que estemos separados: cuéntame todo, escríbelo todo. Toma notas en un cuadernillo y envíamelas con un mensajero, me da igual, pero quiero saberlo todo. Así estaremos siempre juntos aunque nunca estemos realmente juntos. Antes de que nos demos cuenta, nos veremos".
-           - No me diste oportunidad…-mentí.
-          -  Yo…-la sinceridad vaciló en su mirada, sin saber elegir entre contarme lo que tanto le costaba asimilar, o reconocerlo en voz alta.

"En el fondo, todo el mundo piensa que  eres fuerte y duro. Pero  ser eso sólo se trataba de asimilarlo.
A veces, tenemos que darnos permiso a nosotros mismos para no ser fuertes por una vez. No hay que ser duro cada momento del día; está bien bajar la guardia, de hecho hay momentos en que es lo mejor que podrías hacer, siempre que escojamos nuestros sentimientos con sabiduría. Y tú los controlas casi tan bien que impides descifrar tu cara de póquer".
-           - No tienes por qué decírmelo… Ni siquiera espero que lo hagas- mi cuerpo giró sobre sí mismo, dispuesto a emprender el camino hacia el carruaje; pero algo me retenía, junto a él, justo antes de que todo se volviera negro, y la gente desapareciera de nuestro alrededor.
-           - Te amo… Y lucharé lo que haga falta para verte en menos de un año. Haré lo que haga falta, para no perderte… Lo juro.
"En la vida, uno solo podía estar seguro de una cosa, aparte de la muerte y las dificultades: no importa lo mucho que lo intentes, no importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño… Y si quieres recuperarte, solo hay una cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan, y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar".

-          -  Suerte…- dije, deseando que mi voz no demostrara el profundo dolor que sentía.
Regresé al coche, esperando ver desaparecer la cara del hombre al que amaba con tanta fuerza; esperando poder olvidar las lágrimas que amenazaban con desramarse.
"La verdad es muy dura, la verdad es incómoda y a menudo la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad, pero ¿es cierto? La verdad es dolorosa, en el fondo no queremos conocerla, sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla, otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras la contamos porque a alguien le debemos al menos eso".
-          Te amo, Ilya Prakenski-susurré contra la tabla de madera.
"No lo dije en ese momento, pero te amo… No quiero vivir sin ti… Cambiaste mi vida.
Mi sol, nada puedo hacer sin ti... Pero tampoco quiero sufrir por no estar contigo, ni imaginarme cosas que no son, situaciones que nunca ocurrirán…"
Mientras tanto, el carruaje se alejaba de tan linda hacienda, separando a la pareja en el tiempo y el espacio.

viernes, 23 de marzo de 2012

Viaje al aparte.Part1.



"Peléate con el árbitro, cambia las reglas, haz trampas, no olvides tus heridas, pero juego… Como si no hubiera un mañana. No se trata de ganar o perder, sino de cómo juegas.
Pasamos toda nuestra vida preocupándonos por el futuro, planificando para el futuro, intentando predecirlo, como si calculándolo de alguna manera amortiguáramos el golpe. Pero el futuro está siempre cambiando. El futuro es el hogar de nuestros miedos más profundos y todas nuestras esperanzas. Pero una cosa es cierta, cuando por fin se revela… El futuro nunca es el camino que imaginamos"


Recogí la manta que había caído al suelo del avión, colocándola de nuevo sobre mis hombros y resguardando mi cuerpo del aire acondicionado.
Desde hacía tres horas, viajaba hacia La Península Ibérica junto con el grupo de AFAMER. Quedaba una hora de viaje para llegar al aeropuerto de Sevilla, desde el que nos llevarían al aparta hotel Bordeux.
Desde la ventanilla podía ver el embravecido mar, en medio de tanto silencio, sólo con el sol dándome en la cara tímidamente; mientras mis dedos acariciaban la ventana y mis pies se encogían sobre el sillón.
Ya le echaba de menos… Dos noches sin hablar, más los cuatro días siguientes incomunicados: sin llamadas ni mensajes. ¡Qué desesperación! Aunque no se arrepentía de haber pagado el billete, tenía una nueva oportunidad para visitar un país desconocido. Y su espíritu aventurero no podía negarse esa posibilidad.
"Nunca saber cuándo va a ser el día más importante de tu vida. Los días que crees que serán importantes nunca son cómo imaginabas en tu cabeza. Los días normales que empiezan igual que otro cualquiera, son al final los más importantes"
Había prometido escribirle en un cuaderno cada noche, tomar notas de lo que visite, para luego mandarlas por correo al volver a la isla. En ese pequeño cuaderno azul claro ya había escrito varias hojas: la despedida de mi madre antes de subir al autobús; el añoro de su risa; sus ojos color miel y su nariz tan mona.
-          Es muy linda la vista, ¿verdad?
-          Es preciosa.
-          Recuerdo el primer viaje que hice con mi marido… En momentos como estos, desearía poder recuperar el tiempo perdido junto a él.
-          ¿Cómo se llama?- inquirí, pues las historias que escuchaba de la gente, me servían para crear nuevas situaciones en mi blog.
-          Llamaba… Murió hace un año- el silencio se tensó. Por mi parte, me gustaría saber la historia de esa mujer tan erguida a mi lado, pero sin hacerle daño; por la parte de la señora, parecía sumergida en sus recuerdos.


"

-         Al cabo de unos minutos, contestó mi pregunta:
-          Se llamaba Francisco. Un joven muy apuesto, a veces demasiado, pero realmente dulce y atento…- su narración fue muy larga, casi hasta antes de aterrizar, que fue cuando durmió un poco debido al agotamiento, y yo escuchaba la música de mi reproductor.
""El dolor adopta formas diversas, una punzada, una leve molestia… Dolor sin más, el dolor con el que vivimos a diario, pero hay dolor que no podemos ignorar, un dolor tan enorme que borra todo lo demás y hace que el mundo se desvanezca hasta que solo podemos pensar en cuánto daño hemos hecho. ¿Cómo enfrentarnos al dolor? Depende de nosotros.
El dolor, anestesiarlo, aguantarlo, aceptarlo… Ignorarlo, para algunos la mejor manera de enfrentarse a él es seguir viviendo.
El dolor, sólo hay que aguantarlo. Esperar a que se vaya por si solo y a que la herida que lo ha causado cicatrice. No hay soluciones ni respuestas sencillas, solo hay que respirar hondo y esperar a que se calme. La mayoría de las veces llega cuando menos te lo esperas, te da un golpe bajo y no te deja levantarte. Hay que aprender a aceptar el dolor, porque lo cierto es que nunca te abandona y la vida siempre lo acrecienta"
-          Que irónico…- pensé en voz baja-, mi novio se llama igual que el de la señora… Francisco…
Recordé cómo había conquistado al chico, nerviosa en ese momento por si no conseguía presentarme como un buen reto, algo que valiera la pena. Había otra joven detrás de él también, y eso incrementaba mis prisas por hacer crecer el cariño entre nosotros. Lo  curioso, es que al principio yo no buscaba una relación seria, pero el me obligó a cambiar esa perspectiva casi de inmediato.
<
>.
Ahora estaba de cara a mi persona, en mi mente soñadora. Mis ojos se recorrían de arriba abajo, contemplando la joven belleza y la inteligencia. Mis sueños, mis luchas, caídas, defensas, muros, recuerdos, momentos, mi personalidad, mis seres queridos, mis amigos… Una vez más, luchando por salir adelante.
"Es una leyenda urbana pensar que el índice de suicidios aumenta durante las fiestas, en realidad disminuye. Los expertos creen que la gente piensa menos en suicidarse cuando está rodeada de su familia. Irónicamente se cree que esa unidad familiar es el motivo por el que las depresiones aumentan en las fiestas.
Un viejo proverbio dice que no puedes escoger a tu familia, aceptas lo que te ha deparado el destino y te guste o no, la aceptas; pero una escuela de pensamiento afirma que la familia en la que naces es solo un punto de partida, te alimentan, te visten y cuidan de ti… Hasta que estás listo para adentrarte en el mundo y encontrar tu propia tribu"