viernes, 19 de diciembre de 2014

Discurso graduación

Candy: Representa un verdadero honor tomar la palabra en nombre de todos los alumnos graduados en este día tan especial. Un día que marca el fin de una importante etapa. Un día en que tenemos sentimientos encontrados: una alegría enorme por haber conseguido una meta personal pero a la vez mucha expectativa de lo que ocurrirá de ahora en adelante.

Brian: Hoy es un día de esos que merece la pena guardar en el álbum de los recuerdos: es día de fotos, de “hasta luegos” y despedidas (hasta mañana, hasta el curso que viene, hasta que nos veamos); día de risas, de sonrisas, de nervios, de “¡por fin!”, de flash-back, de “¿te acuerdas?”, de “¿a ver qué tal has salido en la orla?”…Puede que cuando seamos mayores lo hayamos olvidado todo, el óxido y el polvo de los años pueden haber destruido completamente lo que, a su voracidad, un día confiamos. Pero basta un sonido, un olor, un tacto repentino e inesperado, para que, de repente, el aluvión del tiempo caiga sobre nosotros y la memoria se ilumine con el brillo y la rabia de un relámpago.

Candy: Y ahí volvemos a rememorar los enfados de Yaiza por las injusticias de los políticos y la promesa que le hicimos de votarla como presidente; o como Daniela llegaba a clase con una energía anormal, mandando a callar a todos y provocando soponcios al profesor Felipe. Las peleas a la hora de marcar los exámenes y las risas de los “pillados por sorpresas”.

Bárbara: También están los golpes de suerte de Alberto cuando dice la última palabra del profesor a pesar de estar totalmente en la quinta nebulosa…

Brian: ¡Alberto! ¿Qué fue lo último que dije? (Cabreado)

Bárbara: (Asustado) ¡¡¡1957!!!... 

O incluso mis propios arranques nerviosos cuando hay que poner exámenes…

Candy: ¿Qué os parece si ponemos el examen este viernes?

Bárbara: (Enfurecida) Ese día ¡no! ¡Ese día no se puede poner examen! ¡Te hundo la vida!... 

Y cuando nos reencontremos de vez en cuando con los amigos que hemos hecho aquí, el instituto seguirá siendo un tema de conversación, y volveremos a hablar de compañeros, de profesores, de anécdotas…

Candy: Si nunca vamos detrás de lo queremos, nunca lo tendremos. Si no preguntamos, las respuestas serán siempre no. Si no vamos en pos de lo que perseguimos, estaremos en el mismo lugar. Por eso decidimos continuar nuestros estudios tras terminar la Enseñanza Obligatoria, y por eso hemos decidido continuar nuestros estudios. Porque sabemos que si no nos movemos, no saldremos a conocer ese inmenso mundo que nos espera, somos conscientes de que si no seguimos aprendiendo, no podremos llegar a donde deseamos,  a alcanzar nuestros sueños. Habrá miles de cosas que no nos gusten y que tendremos que cambiar; habrá demasiadas injusticias por las que luchar; habrá que ponerle ganas para conseguir mejorar nuestra existencia y la de los demás. Que la vida sea o no “maravillosa” depende en gran parte de cada uno de nosotros.


Bárbara: Sólo nos queda agradecer a la familia, por darnos su apoyo constante y económico. Gracias a los profesores por todas las oportunidades que nos han brindado a lo largo del curso. A nuestros amigos, por enseñarnos cuándo tomar un descanso… Y un especial gracias a la profesora de Arte, Cruci, por instarnos a continuar y sin que esto no hubiera funcionado. Muchas gracias.

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